En la actualidad, existe la oportunidad de impulsar la digitalización del sector agua y, al mismo tiempo, la necesidad, derivada del cambio climático, la contaminación y el crecimiento poblacional, de garantizar buenos niveles de calidad de agua y distribuir este recurso de forma eficiente y equitativa.
Por tanto, el sector tiene varios objetivos: disponer de agua suficiente, debido a la frecuencia con la que se producen las crisis hídricas, el aumento de la demanda y la calidad; eficientar la distribución y depuración del agua con la modernización de las infraestructuras para minimizar las pérdidas y con ello aumentar la competitividad en la operativa y, por último, lograr un beneficio social a través del cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que persiguen conseguir un futuro mejor para todos.
El sector del agua vive un momento de incertidumbre con factores como el déficit hídrico o la desertificación que muestran las vulnerabilidades y los retos del sector pero que, a su vez, plantean un momento de oportunidad para realizar cambios estructurales con los que adaptarse a los nuevos tiempos y llevar a cabo la digitalización del ciclo integral del agua.
Un contexto en el que situar a España como referencia internacional en la gestión de recursos hídricos gracias a la digitalización, no solo del agua urbana, sino también de la agricultura, el gran consumidor principal de los recursos hídricos. Gracias a los fondos europeos Next Generation, el PRTE (Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia) y los PERTE Agroalimentario y para la Digitalización del Agua, se contribuirá a evitar la obsolescencia del sector y la adaptación a los nuevos retos que plantea el futuro.
Por tanto, el sector tiene varios objetivos: disponer de agua suficiente, debido a la frecuencia con la que se producen las crisis hídricas, el aumento de la demanda y la calidad; eficientar la distribución y depuración del agua con la modernización de las infraestructuras para minimizar las pérdidas y con ello aumentar la competitividad en la operativa y, por último, lograr un beneficio social a través del cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que persiguen conseguir un futuro mejor para todos.
La gestión sostenible del agua no es una opción, es una necesidad. Con esta premisa, los datos juegan un papel imprescindible en la gestión del ciclo integral del agua, aumentando la eficiencia, optimizando y acelerando los procesos y ahorrando costes y energía.
Para poder desarrollar una gestión de agua sólida es clave contar con una infraestructura de datos que almacene y gestione, de forma segura y eficiente, toda la información que se genera en las redes de agua; que sea capaz de analizarlos y que ayude a tomar mejores decisiones. El sector debe apostar por esta gestión de datos abiertos y que además sean compartidos, la transparencia, propiedad del dato y la compartición de los mismos son aspectos clave para las administraciones que gestionan estas infraestructuras.
Además, controlar y gestionar los activos de forma remota, facilitará la detección más rápida de fugas o incidencias en los sistemas; ayudará a optimizar el rendimiento de las redes, garantizará el agua en cantidad y calidad adecuada, y contribuirá a concienciar a los ciudadanos sobre el consumo responsable de este recurso.
La transformación digital del sector del agua es un objetivo común en el que entidades públicas y privadas deben ir alineadas para superar las barreras existentes en el sector hídrico español.
Desde el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico se está fomentando a través de fondos ligados a planes, medidas y programas para la gestión del agua como los ‘Planes Hidrológicos’, el PERTE de Digitalización del Ciclo del Agua, la Estrategia Nacional de Restauración de Ríos y los Planes para la Gestión del Riesgo de Inundación (PGRI).
En este contexto, es interesante que las administraciones públicas se apoyen en empresas especializadas para el desarrollo de proyectos tecnológicos que permitan avanzar en la gestión sostenible del agua situando a España en una posición de referencia internacional.
La explotación y la extracción de valor de los datos es un aspecto clave para la digitalización y la competitividad de las economías. Desde las administraciones europeas y españolas se está fomentado la participación de cada vez más agentes a través de iniciativas como el Programa ‘Digital Europe’ o el Plan España Digital 2026.
Estas iniciativas fomentan el desarrollo de espacios de datos compartidos e impulsan la interconexión de estos para lograr una explotación cruzada de los datos y la información que existe en la actualidad. Un sector aún en fase de desarrollo y en el que superar la barrera de concienciación por parte de las administraciones y empresas para percibir el valor añadido que otorga volcar su información en estos espacios de datos compartidos con los que poder generar productos referentes, adaptados a las necesidades que requiere el sector del agua.
¿Quieres conocer
nuestra solución?